¿Sabes a qué nos referimos, verdad? Seguramente los has visto en las tiendas de menaje. Tienen aspecto de tijeras mas sus hojas son curvas y están diseñadas singularmente para cortar un huevo a la altura que desees. Si tu pareja no conoce este instrumento puedes enseñárselo y jugar a las adivinanzas. ¿Sabes para qué vale?, puedes preguntarle. Si su imaginación es medianamente despierta, probablemente lo adivinará. Si acercas las tijeras a sus cojones, lo adivinará seguramente. Y probablemente sentirá un estremecimiento en la columna vertebral si coges uno de sus testículos y lo pones justo en el espacio entre las hojas de la tijera. Ya antes de hacerlo, toma precauciones. Con una lima de metal intenta botar los filos de la tijera. Eso evitará pinchazos accidentales. Haz las modificaciones que el instrumento precise para transformarlo en un juguete útil para vuestros juegos.

¿Quién es el principal responsable de las tareas domésticas (cocinar, lavar platos, lavar ropa, cuidar niños, sostener la casa en orden y limpiar, ir de compras, trabajar en el jardín, etcétera)? ¿Cómo quieres que se asignen estas tareas? La inseguridad empieza cuando el producto nace. La naturaleza adelanta un breve proceso de lanzamiento y el niño es arrojado a las fieras. Le cortan su fuente de abastecimiento: el cordón umbilical y se convierte en individuo. Empieza a depender de lo otro, de lo que está separado de él. Teme perecer, y el afecto que capta a través de sus sentidos es lo único capaz de compensar ese pánico. En otro escrito ya nos ocupamos de esta cuestión, pero vale la pena insistir en que si no percibe amor con su piel, con sus oídos, con su gusto, se siente solo, en riesgo de perecer, y esa desangelada sensación se grabará en lo más hondo de su conciencia. Y si el planeta circundante, aparte de no darle calor lo maltrata, los chillidos y los golpes estimularán el desarrollo de la agresividad, que es el arma con que el ser vivo reacciona, en actitud de defensa, ante el riesgo. El amor que el pequeño recibe le da seguridad, serenidad, alegría, dones que facilitan la convivencia y dismuyen desde la esencia la capacidad para la violencia.

Salir de marcha con mis amigas es aproximadamente igual. Los preparativos son dignos de Arguiñano, los resultados, de Lady Gaga. La última vez que decidimos salir por ahí a bailar como en los viejos tiempos, no me acordaba de la más desquiciante de aquellos viejos tiempos: la de los preparativos. Unos días antes ya habían creado un grupo en Whatsapp que se llamaba ¡A por ellos! Con ellos me imaginé que se referían a los hombres, pues, como ya he comentado, siempre y en toda circunstancia están preparadas para enamorarse. Cosa que no me parecía muy de los viejos tiempos en los que salíamos a cenar, a bailar y a pasarlo bien sin ánimo de nada. Mas claro, no me acordaba de que en aquel momento todas y cada una tenían novios. Ahora… ninguna.

Tu planeta exterior estará vacío, aislado, hostil y sin ningún sentido

Recuerdo un comentario de un hombre que conocí, buena persona y sobre todo centrado, cosa rara en la actualidad. Separado desde hacía unos 5 años y que, habiendo pasado por dos relaciones siguientes fallidas, aún estaba dispuesto a intentar atinar, aunque, claro, ahora iba con pies de plomo. Tras comentar con él los parágrafos precedentes, me dijo: Sí, claro, pero es que la oferta es tan extensa que es difícil concentrarse, y si te cuesta aunque sea un poco, te buscas a otra. Yo, personalmente, no pienso de esta manera, soy un ratón de un solo agujero, mas mis amigos sí. Para mí, lo peor es que cuando creo que la relación va por buen camino, me doy cuenta de que la chica de compañía no tiene claro el llegar a dar un paso más, entonces, muy a mi pesar, tiro la toalla. A esta altura de la vida, no estamos para perder tiempo.

Ahora, empiece a moverse lentísimo y rítmicamente, inclinando su peso cara adentro y hacia afuera mientras sostiene los pies de su compañero. Cambia las situaciones de tus manos, cambia tu control y continúa moviéndote de esta manera, explorando el movimiento de los pies. Mi recomendación es que no preste atención a esta actividad onírica de su esposa, ni la acuse o refrene por lo que sucede. Probablemente también tiene sueños eróticos con determinada frecuencia. ¿Le ha dicho algo a este respecto su esposa? Seguramente número ¿Por qué razón?

Por suerte, los taoístas también descubrieron hace prácticamente tres mil años que el orgasmo y la eyaculación no son lo mismo y que los hombres pueden tener clímax (de hecho, clímax múltiples) sin eyacular. Esto es posible por el hecho de que el orgasmo y la eyaculación son dos procesos físicos diferentes, como ha confirmado más últimamente la ciencia médica occidental. Al procurar conseguir una de esas pocas mujeres, uno corría peligros bastante grandes…en primer sitio, si en nuestro acercamiento acabábamos haciendo el ridículo, seguramente generaría que entre las mujeres se hablaran entre sí sobre el hecho, de forma indirecta condenando la vida sexual quizás hasta de por vida. Por otro lado, si una de las mujeres estaba tomada por el macho alfa (quien normalmente tenía tomadas a casi todas las mujeres interesantes de la manada), los peligros eran aún mayores: el macho alfa mismo, prácticamente siempre más fuerte y grande que , nos haría pedazos si se enterara, o bien quedaría como opción el exilio (condenándonos prácticamente seguro a una muerte segura a solas).

Sé que me amas y me semeja bien

Las primeras películas del género porno se grababan de una manera muy principiante, tenían muy poca calidad visual y se exhibían en burdeles para amenizar la espera de la clientela y, al mismo tiempo, para crear el entorno propicio para la marcha del negocio. El primer porno estaba ligado de manera directa a la clandestinidad. En muchas ocasiones, y sobre todo en E.U., las instalaciones para procesar las películas pertenecían al crimen organizado y eran organizaciones mafiosas quienes se ocupaban de rodar estas películas. Cuando dichas salas no estaban libres, los realizadores de películas porno se veían obligados a lavar las películas en sus propias bañeras. Después, dichas películas circulaban clandestinamente de mano en mano, ya que las leyes a este respecto eran, en los EE.UU., severísimas, pudiendo acarrear, aun, penas de cárcel.

Lo último que precisas es que se te congelen esas zonas tan íntimas y sensibles

Con la madurez, es habitual que el vello púbico cambie de color y dé paso a las canas. Ciertos hombres observan este cambio con toda naturalidad, mas otros lo interpretan como una forma de envejecimiento, al punto de considerarlo desapacible. Conseguir llevarte a una mujer a la cama no es nada fácil, hace no más de 30 años, proseguía siendo muy mal visto que una mujer se acostara con un hombre que no fuese su esposo. Con lo que no te sientas mal si este proceso toma su tiempo. Si la escort es maja, no hace falta ser duro para nada. Puedes ser hasta divertidamente servicial y después sorprenderla con durezas. Que no se acostumbre a nada, sorpréndela. Normalmente, es más aplicable la dureza a una relación ya hecha que a seducir.

Todos estos consejos que te hemos dado aquí debes procurar ponerlos en práctica sin olvidar, claro, algo capital: que la madre soltera no es alguien asexual. La madre soltera es, ante todo, una mujer. O bien sea: un ser sexual. Un ser que, a priori, disfruta con el sexo, bien sea este light, bien sea un poco más duro y hasta BDSM. Tenlo eso siempre y en todo momento presente. Si no lo tienes, puedes terminar cayendo, más pronto que tarde, en la ‘friendzone’. Y una vez caído en ella te resultará muy difícil escapar de sus garras. Mas si te ha abierto su corazón, si juega contigo y se muestra bien presta a tus avances y aumenta su nivel de tonteo, entonces el hecho de que te esté ocurriendo algo a lo que no estás acostumbrado, que estés sintiendo algo semejante a una fuerte atracción que, por supuesto, no se sabe de qué manera evolucionará, va a hacer que se sienta segura de entregarse a ti, porque se ve como esa mujer singular que ha logrado provocarte esa potente sensación.

Que puedas gozar de toda esa maravilla sólo depende de ti

No des consejos, solo sugiere, no te las sepas de todas y cada una, entiende a todos. Recuerda que la mujer más mala es buena en el fondo, si bien a veces sus actitudes no son las que quieres, no le des mucha importancia y prosigue hablándole. ¿O.K.? De las mejores pruebas para descubrir si tu compañero o compañera quiere ir más allí o bien si quiere aventurarse por los húmedos territorios del sexo es revisar de qué modo responde a tus besos y si responde a ellos. La lengua siempre plantea un tierno y juguetón viaje. Debes saber que ciertas mujeres se sienten incómodas o bien sienten el impulso de mear cuando les estimulan el punto G. Esto es normal. Si te ocurre, los Brauer sugieren que suavices la presión o le pidas a tu compañero que lo haga. Puede hacer falta un minuto a fin de que las sensaciones de incomodidad o bien la necesidad de mear sean reemplazadas por sensaciones placenteras. Si te preocupa orinar, puedes hacerlo antes de empezar el coito o bien procurar encontrar el punto G mientras estás sentada en el baño, eso te permitirá confirmar que tienes la vejiga vacía.

Si te sientes incapaz de controlar la eyaculación, no te irrites ni defraudes contigo mismo. Ten paciencia. Los hábitos sexuales y la contestación de nuestro cuerpo a los estímulos eróticos no pueden cambiarse de la noche a la mañana. Si la relajación y las técnicas de respiración no son suficientes para mantener a raya el clímax, hay que rememorar que tu músculo computador te ayudará si lo has ejercitado lo suficiente y, por último, siempre tienes la opción de presionar con 2 o 3 dedos firmemente sobre el perineo. Si lo haces un poco antes de la eyaculación, vas a poder probar el placer de las contracciones orgásmicas sin eyacular. Si lo haces tarde, la eyaculación se habrá producido. Con el tiempo la técnica se te va a hacer innecesaria. Vas a aprender a conocer tu cuerpo y vas a reconocer la llegada del orgasmo, pudiendo, de esta forma, diferir su estallido de placer.

Hazlo sentir a sus anchas

De acuerdo con las circunstancias de vida actuales que son vibrantes, las demandas del trabajo, los hijos, los gastos, las labores domésticas y la cantidad de acciones que tenemos que llevar al cabo del día, podemos pensar que esto es imposible y que es proponerse un imposible. Esta es la disculpa y la trampa que nos tiende la enfermedad. Otro rasgo habitual del misógino es ser infiel, mas siempre nos culpará de serlo. Vive dudando de la lealtad de su pareja cuando realmente el único teniendo relaciones fuera de la pareja es él. Podemos descubrir pruebas concluyente de que nos engaña, mas nunca lo va a aceptar, con toda esa seguridad que lo caracteriza va a negar rotundamente todo cuanto le afirmemos, y voltean las historias de tal modo que acabamos sintiéndonos culpables y pidiendo perdón por algo que hizo, no nosotras.